Los multimillonarios de capital privado David Rubenstein y Mike Arrotti llegaron a un acuerdo para comprar los Orioles de Baltimore a la familia Angelos en un acuerdo que valoraría al club de la MLB en 1.725 millones de dólares, dijo Puck.
Rubenstein, cofundador del gigante de capital privado Carlyle Group, y el cofundador de Ares Management, Arouti, comenzarán comprando el 40 por ciento de los Orioles, según el informe. Comprarán el 60% restante tras la muerte de Peter Angelos, de 94 años, que abandonó el grupo hace años por enfermedad. Esa estructura ayuda a reducir la cantidad de impuestos que la familia tiene que pagar por la venta.
Rubenstein, oriundo de Baltimore, se convertirá en el propietario mayoritario del equipo, informó Puck. Los dueños de la MLB aún no han votado sobre el acuerdo y no hay un cronograma para su cierre. John Angelos, el hijo de Peter, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Los intentos de llegar a Rubenstein y Arougheti a través de sus empresas no tuvieron éxito de inmediato.
Los Orioles son propiedad de Angelos y su familia. Los dos hijos de Angelos, Lou y John (el director ejecutivo del grupo), están actualmente envueltos en una disputa legal sobre la última enmienda al fideicomiso familiar, una batalla que ha alimentado las especulaciones sobre el futuro del grupo.
Según las últimas valoraciones de SportsNS, los Orioles valen 1.600 millones de dólares. Ocupa el puesto 18 en la liga de 30 equipos. Los ingresos del club en 2022, de 264 millones de dólares, ocupan el puesto 24.
Los Orioles ganaron la División Este de la Liga Americana la temporada pasada por segunda vez en 26 años detrás del plantel más joven y emocionante del béisbol. Retener ese talento, incluido el novato del año Gunner Henderson y el receptor Adlee Rutschman, de 25 años, será más costoso a medida que avancen en sus carreras. El gasto en jugadores, o la falta de él, ha impulsado a John Angelos en los últimos años mientras domina una de las nóminas más bajas del deporte.
En agosto pasado, Angelos dijo al New York Times que el equipo tuvo que aumentar los precios «dramáticamente», lo que enfureció a muchos aficionados.
Si los Orioles vendieran mientras Peter Angelos todavía estaba vivo, podría costarle a su familia cientos de millones en impuestos sobre las ganancias de capital, una cifra que disminuiría si el equipo se vendiera después de su muerte. Esa carga fiscal es una parte importante del pensamiento de la familia en las conversaciones con compradores potenciales.