El importante papel del deporte en la lucha contra la epidemia de la soledad

El importante papel del deporte en la lucha contra la epidemia de la soledad


El columnista invitado de hoy es Aidan O’Connor, vicepresidente senior de la firma de comunicaciones estratégicas Prosec Partners.

En mayo pasado, el Cirujano General de Estados Unidos, Dr. Vivek Murthy, declaró que la soledad, el aislamiento y la falta de conexión habían creado una nueva crisis de salud pública en Estados Unidos.

Los datos lo respaldan. A/B Consulting informa que el 37% de los estadounidenses no socializa más de una vez por semana y el 41% cita la falta de amigos o comunidad como causa de soledad. Es muy triste que esta enfermedad sea compartida por tantas personas.

Cada mes de mayo durante los últimos años, las propiedades deportivas profesionales han estado a la vanguardia de las actividades y campañas en torno al Mes de Concientización sobre la Salud Mental. Son una parte integral de los programas de responsabilidad social corporativa (RSE) y llegan a personas dentro y fuera de su organización. Los ejemplos populares incluyen:

La NBA se ha asociado con el Instituto Nacional de Enfermedades Mentales para presentar jugadores famosos que comparten sus experiencias personales con problemas mentales. El servicio confidencial de apoyo vital de la NFL para jugadores, entrenadores y personal que brinda acceso a profesionales de salud mental autorizados. La asociación de MLB con Crisis Text Line, que incluye señalización dedicada en todo el estadio y en MLB Network. Las asociaciones de atletas profesionales trabajan juntas para invertir en recursos de salud mental para el beneficio mutuo de sus miembros.

Si bien los esfuerzos para aliviar la salud mental en masa son loables, es importante comprender por qué combatir la «epidemia silenciosa» de la soledad (una parte de la crisis de salud mental que a menudo no se informa) requiere un enfoque específico, y por qué la industria del deporte es única. Listo para luchar con un enfoque nítido.

El problema

Pero primero, ¿qué está provocando esta epidemia?

La sociedad crea condiciones para que prioricemos la libertad. Más que nunca, la responsabilidad de resolver sus problemas recae en los individuos, y esto envía señales preocupantes. Las razones incluyen:

Innovaciones tecnológicas que aportan comodidad pero también nos obligan a interactuar menos con los demás. Los servicios de entrega de comestibles, por ejemplo, dan a las personas una razón menos para salir. La paradoja de que las redes sociales promuevan el aislamiento y la vergüenza asociada es que normaliza las experiencias grupales exclusivas (el efecto FOMO). Según Cigna, el 71% de los usuarios «intensos» de redes sociales reportan una soledad significativa en 2023, frente al 53% hace un año. La confianza de la gente en las instituciones se está erosionando. Pew Research informa que el 15% de los estadounidenses confía en que el gobierno federal «hará lo correcto», mientras que las grandes empresas (14%), los medios de comunicación (14%) y las grandes tecnologías (26%) no votan bien.

Sin embargo, la sociedad no es la única responsable. Nuestra respuesta biológica de «lucha o huida» ante la adversidad no puede resolver las complejidades de la soledad moderna. La tentación de retirarse a lugares seguros y a menudo aislados como mecanismo de defensa agrava el problema en lugar de resolverlo.

Al mismo tiempo, los estudiosos sostienen que la asociación del «egoísmo» con el objetivo singular del interés propio fomenta un análisis excesivo de lo que otros hacen, piensan o dicen. Esto, a su vez, desencadena sentimientos de ansiedad social y alimenta el impulso de sobreconservación. El círculo vicioso continúa.

Solución

La gente no puede solucionar la soledad por sí sola, que es a lo que juegan los deportes y toda su belleza. Es un entorno que fomenta la pertenencia a la comunidad, donde la energía y la pasión se dirigen a los demás. Ya sea agradeciendo a “nuestros” equipos en el campo/cancha/hielo o empatizando con sus fanáticos, estas interacciones fomentan una identidad grupal saludable, enriquecen las vidas de los demás y desafían la directriz social tácita de priorizar la independencia. Proporcionan excusas para acercarse, oportunidades para entrar y formas de expresarse.

Es importante recordar que la interacción social es una habilidad adquirida, no un derecho natural. Ahora más que nunca, requiere cuidados. Crea un ambiente cálido para experimentar la participación deportiva pasiva (es decir, fandom). Eventos en vivo, ligas de deportes de fantasía y reuniones de fanáticos locales son solo algunos de los campos de entrenamiento importantes para generar confianza y ir más allá de su zona de confort.

La actividad física puede reducir la soledad personal y la polarización cultural sin requerir cambios de comportamiento significativos. Calienta a los extraños, fortalece a los conocidos e involucra a comunidades enteras en la conversación. Este fenómeno trasciende idiomas, culturas, generaciones, niveles de ingresos y ubicaciones. Según un estudio de la Universidad de Oxford, el 75% de los aficionados en todo el mundo dice que seguir deportes les ayuda a luchar contra el aislamiento, mientras que Nielsen Sports informa que el 60% de los aficionados cree que el deporte les permite tener mejores y más frecuentes conexiones con sus familias.

a la practicidad

Sí, el Mes de Concientización sobre la Salud Mental es un momento importante para crear conciencia sobre la soledad y eliminar el estigma que la acompaña. Pero la acción no debería terminar ahí. No hay un botón de pausa en la epidemia. Requiere atención durante todo el año.

Durante la pandemia de Covid-19, hemos visto cómo los estadios y arenas se reutilizan rápidamente como sitios de pruebas y vacunación, y en años electorales, los fanáticos se registran para votar. Ahora debemos preguntarnos cómo las propiedades deportivas pueden redistribuir sus recursos en un contexto de monopolio y utilizar su potencial como instituciones confiables.

Para empezar, los equipos, ligas y otras organizaciones deberían introducir la soledad en sus estrategias de participación de las partes interesadas. En lugar de actuar como una campaña auxiliar, es una lente coherente a través de la cual se coordinan los planes de comunicación y de interacción con los fanáticos. Esto requiere reevaluar el fandom como concepto cultural, recordar su enorme valor como facilitador comunitario e idear nuevas formas de medir la eficacia. Tal esfuerzo puede requerir un grupo de trabajo independiente y un presupuesto separado.

En un momento en que los precios de las franquicias y los derechos de los medios están en su punto más alto, el papel de los deportes como trampolín para los vínculos sociales es igualmente valioso. Esta es quizás la fortaleza más valiosa de la industria. Menos tangible, sí, pero más importante que nunca. Que continúe por mucho tiempo.

O’Connor es líder en la práctica empresarial deportiva de Prosec Partners y trabaja con inversores, equipos, propietarios, atletas, patrocinadores y operadores de toda la industria. Puedes encontrarlo en LinkedIn.

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